LAS LAGRIMAS DE SAN LORENZO EN UNA NOCHE DE LUNA

LA LUNA
¡Oh la luna, la luna que cantan los poetas!
¡ Oh la luna brillante de tristeza tremenda!
¡ La luna que no sabe ni del frescor del agua
ni del viento que tacta, como un fauno las selvas!

¡ La luna que no tiene ni un árbol, ni una brizna,
ni una mujer y un hombre que se quieran en ella,
ni un puñado de polvo que dance en remolinos,
ni un río que haga ruido saltando entre sus piedras!

Parece tan hermosa, tan nueva, tan luciente,
y no es mas que una pobre, vieja desposeída,
frente a frente a la tierra millonaria de dones.
Una muerte consciente frente a frente a una viva.

¡ Piedad para la luna ! ¡Piedad para la luna!
No beséis vuestras novias, ¡ oh novios ! ante ella.
¡ Dios sabe de qué envidias y angustias está llena
la luz que nos envían la luna y las estrellas!
Juana de Ibarbourou



He salido al patio y a la luz de la luna, rodeada de una dulce penumbra y con un ligero soplo de brisa acariciándome la cara, disfrutando de la soledad del momento, en esta noche clara, no me canso de mirar al cielo estrellado y a ratos contemplar como algunas se desprenden ¿será porque las otras las empujan ? quisiera alargar mis manos y alcanzarlas, absurda pretensión la mía. ¿ Por qué siempre quiero lograr un imposible?. No necesito mas lagrimas, estos días pasados ya derramé bastantes

Como me gustaría estar en esa playa reposando en la arena, despierta, con los ojos cerrados y soñando con las cosas mas absurdas y mas dulces; ¿ recuerdas aquel día ,esas bolsas llenas de vestidos , los cabellos mecidos por el viento, los pies descalzos sobre la húmeda arena, sentadas sobre las rocas al atardecer, cuando la playa era solo nuestra, lejos de miradas curiosas y extrañas ?, que buenos momentos hemos pasado juntas, no, no estoy soñando, es muy real y tu lo sabes, reconócelo, sigue ahí, en nuestros corazones, no te quedes callada, porque por mucho que

lo intentes cada vez que vuelvas a esa playa, esas olas y ese mar te devolverán los recuerdos y te susurraran mis palabras, veras mi tristeza y no la tuya y despertaras al sentir el agua helada

LA NUEVA ESPERANZA
Vuelves a mí, esperanza, como un ramo de hierbas
olorosas, cortadas a la hora del alba.
Tienes la timidez de las flores humildes.
Humildes y menudas como las de la salvia.

Llegas a pasos lentos. Una fragancia leve
te precede. Yo pliego las manos y te acojo
con un gesto asombrado de mendiga. No tengo
ni siquiera el valor de levantar los ojos.

Pero siento que bajo los parpados vencidos
mi claridad aumenta, y se ensancha tu halo,
y me asalta a tus labios un sabor de violetas,
y el aire que me cerca toma un tinte azulado.

¡ Mas, me encontraste amarga, y en la luz que me inunda
todavía no puedo darme entera al milagro !
Juana de Ibarbourou


Comentarios

Javier Adán ha dicho que…
Mucho ha crecido tu blog.Gracias por tu visita. Nos vemos despues del 5 de octubre. Si os animais teneis casa aquí en Cadiz ( y al lado de la playa).
Slds.
matrioska_verde ha dicho que…
sigues con esa espinita clavada, seguro que tardará tiempo en marcharse.

te pones en la piel de ella y a veces la persona que para nosotros era una gran gran amiga, parece que no sucedía lo mismo al contrario.

¡que decepciones nos depara la vida!

biquiños,

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