LA MUÑECA NEGRA


Un pequeño fragmento del cuento "La muñeca negra"

El cuarto está a media luz, una luz como la de las estrellas, que viene de la lampara de velar, como su bombillo de color de ópalo. Pero se ve, hundida en la almohada, la cabecita rubia. Por la ventana entra la brisa, y parece que juegan las mariposas que no se ven, con el cabello dorado. ...

La Edad de Oro (José Martí)

Cuantos españoles tuvieron que salir un día ya lejano y cruzar los mares para sobrevivir (mi abuelo materno fue uno de ellos, junto con dos de sus hermanos, cuando todavía era un jovenzuelo emigró a la Argentina, donde conoció a una muchacha de O Carballiño , se casó con ella y tuvo dos hijas, pero la enfermedad se la llevo al poco tiempo y se encontró solo y con dos niñas pequeñas a las que criar, por lo que decidió regresar a Galicia con su familia, volviéndose a casar y teniendo otros tres hijos, uno de ellos mi madre),


camino de Argentina, Uruguay, Cuba, México, Chile, Venezuela,...y hoy, los descendientes de aquellos que tuvieron que emigrar por razones de subsistencia o por razones políticas y que en su día tuvieron que renunciar o perdieron la nacionalidad como consecuencia del exilio o de su estatus de emigrante, necesitan demostrar qué son hijos, nietos o bisnietos de españoles, han oído hablar de sus familias y saben que sus antepasados procedían de pueblos de España, de Galicia, pero de los que conservan muy pocos datos o casi ninguno, los contactos con las familias se perdieron a través de los años, es el caso de muchos cubanos, nietos o bisnietos de aquellos españoles, residentes en Miami y que tienen a sus padres, hijos, hermanos que quieren irse a vivir con ellos a Estados Unidos, y ¿que hacen entonces?

Pues lo mismo qué ha hecho Hortensia, nuestra Cubana residente en Miami, y miles de emigrantes más, recurrir en busca de sus antepasados gallegos, muchas veces sólo posible gracias a los archivos parroquiales que almacenan su historia en forma de partidas de nacimiento, fe de bautismo, actas matrimoniales o defunciones. Pero si estos datos que necesitan son posteriores a 1875 pueden recurrir a los Registros Civiles para demostrar sus orígenes.
Yo he trabajado durante unos años, allá por los 90, en un Registro Civil y había momentos en qué nos veíamos desbordados por el número de peticiones sobre todo de ciudadanos cubanos y argentinos, la minoría por simple curiosidad, otros en busca de sus orígenes y de una forma de poder contactar con algún familiar en segundo o tercer grado si es que había quedado alguna rama de la familia en la casa materna, pero la mayoría contactaba con nosotros por pura y dura necesidad, con la esperanza de poder conseguir unos los papeles, una certificación de aquel abuelo o abuela que un día emigró a hacer las Américas, para poder acceder a determinadas ayudas que alivien un poco la situación precaria en que se encuentran, para obtener la nacionalidad o tener más facilidad para salir de algunos países con fuertes restricciones como Cuba.
La mayoría de las veces los datos que nos aportan son insuficientes, o las cartas llegan a Registros civiles equivocados, la aldea o la parroquia que mencionan pertenece a otro ayuntamiento, pero os puedo asegurar que ninguna de las cartas que ha llegado a mis manos a caído en saco roto, recuerdo haber pasado horas y horas rebuscando en los libros, atando cabos, reuniendo datos para contestar esas cartas, incluso en algún caso, recurrir al párroco del pueblo dado que las fechas eran anteriores a la creación del registro, en aquellos años, recuerdo que no teníamos franqueo internacional y mis compañeros y yo hicimos un fondo para que esta gente pudiese recibir la ansiada certificación debidamente legalizada.

Volviendo a Hortensia, una cubana residente en Miami, ¿cual es su historia? La desconozco, solo sé que un buen día al llegar a mi casa encima de la mesa de mi cocina había un sobre dirigido Moncho (Moncho es mi marido y trabaja en un Registro Civil, en el que a diario reciben cartas solicitando certificaciones y noticias de familiares lejanos con los que poder contactar, por los motivos que ya os he expuesto), el remitente Hortensia Puentes, para mi una desconocida, por supuesto me picó la curiosidad y miré el contenido, dentro del mismo un libro “La edad de oro” de José Martí, un bolígrafo y una pluma, junto con otro sobre dentro del que había una tarjeta manuscrita con un billete de dos dólares y unas palabras de agradecimiento que me llegaron al corazón.


Le pregunté ¿Quién era esa señora?,

-No lo sé, supongo que una de las muchas personas qué se dirigen cada día a nosotros, en busca de esa certificación con la que poder demostrar que su abuelo/a era hijo de españoles, seguramente el contenido de su carta vendría a decir algo así:

Hola, me llamo Hortensia Puentes, vivo en Miami, necesito me ayuden a encontrar la inscripción de nacimiento o fe de bautismo de mi bisabuelo, pues mi madre la necesita para poder hacerse ciudadana española, ella vive en Cuba, y solo tenemos el nombre su abuelo, se llamaba Francisco López Vázquez y nació en 1887 en un lugar llamado Feria, su padre se nombraba Marcos y su madre Amelia, murió en Cuba con 40 años sin haber renunciado a la ciudadanía española, se del esfuerzo que les supone ayudarnos, así como se que gracias a ustedes y a su dedicación desinteresada muchos compatriotas han conseguido regularizar sus papeles, por favor necesito su ayuda, espero que me ayuden, es la única manera que tengo de poder traerme a mi madre a vivir conmigo, reciban todas mis bendiciones y espero recibir su respuesta.

Son tantos y tantos y la pena es que no siempre podemos prestarles la ayuda que nos solicitan, son tan pocos los datos que conocen de sus antepasados, de sus pueblos de origen, y si no conservan ningún documento de sus antepasados, al pasar de boca en boca y de generación en generación su historia, muchas veces se pierden con el paso de los años, me alegro de que este no haya sido el caso, de haber podido ayudarla.

Me contestó,

Aquí os dejo el texto de la tarjeta.

No podría encontrar páginas mas hermosas que éstas, "La edad de oro" de nuestro Martí, para expresarle mi gratitud. Le envío además un billete de dos dólares; dicen que trae la buena suerte. A mí, ya me tocó, y es que, en este mundo donde las decepciones por infortunio, no se hacen esperar, usted llega al rescate de toda esperanza.
Sirvase recibir miles de gracias. No imagina cuánto aprecio su gentileza...
Quedo, sinceramente y en deuda de gratitud para siempre.
Suya;

Hortensia

Comentarios

Ojosnegros ha dicho que…
Algunas personas viven unas vidas muy duras, gracias a Dios, siempre existen ángeles de carne y hueso. No hace falta elevarse a las alturas, afortunadamente, hay gente buena que ofrece a los demás su ayuda.
Un abrazo.
Anónimo ha dicho que…
una historia con final feliz... en mi familia hubo emigración a Cuba, todavía mis padres se tratan con Manolo, hijo de un tío bisabuelo (o algo así, es difícil encontrar el nexo de unión)... está a caballo entre Cuba y España y cuando se va mi madre siempre le da un montón de cosas que allí siguen siendo necesarias.

biquiños,

P.d.: no hemos salido de excursión estos días pero ya he localizado un hotelito precioso en villafranca para cuando vayamos a conocer la zona... ahorramos fuerzas y dinero para el jueves en que emprendemos el viaje a Zaragoza... ya te contaré a la vuelta.
Isabela ha dicho que…
Una historia llena de ternura , me ha conmovido....
Un biquiño
Trini Reina ha dicho que…
Me ha gustado mucho esta historia que relatas y además me ha emocionado.
Todos necesitamos alguna vez de la ayuda del otro y siempre es especialmente grato hallarla, quizás en el más alejado a nuestro problema, pero no el menos generoso.

Un abrazo
ALBORADA ha dicho que…
Mi estimada Chus, termino de leer tu entrada y aún no cesan mis lágrimas de emoción, cuantas verdades, cuanto dolor a veces escondido, cuantos en busca de soluciones unos y de raíces otros, cuantas Hortencias...
Sabes soy cubana, nieta de españoles, vivo en Miami, y mis abuelitos con los que me crié emigraron después de Cuba a este país, murieron y no pude estar a su lado.
Hoy Chus, en el nombre de Hortencia, en el nombre de muchos cubanos y en el mío propio, mi eterno agradecimiento por la labor que hacen y un fortísimo abrazo que borre las distancias.
lisebe ha dicho que…
Realmente genial Chus!! Despues de estar ausente durante unos meses de miedo absoluto y ya con ánimo renovado despues de vencer una enfermedad temible, me sumerjo de nuevo en las letras que tanto me gustan. Despues de leer este relato aunque lleno de melancolia.. siempre existe ese rayito de esperanza que nos hace ser diferentes.. aunque seamos de paises y culturas distintas..
Me ha encantado y me ha hecho saltar el corazón.

Un beso grande querida Chus

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