SOÑAR DE NUEVO
Mira el columpio, y te veras,
y veras la belleza al alcance de tus ojos,
tus oídos se alegraran con las voces de los niños.
Mírala, es feliz.
La niña cantaba y a veces reía,
y entre sonrisa y sonrisa
llamaba la atención de su padre:
¡Papá, papá!, mira que alto llego.
Aquel día el aire era esplendido.
Aquel día fui feliz.
Mas allá del columpio otros niños juegan y si sigues caminando encontraras un naranjo, está cargadito, pero todavía están verdes, y a dos pasos del naranjo hay una alameda, los álamos proyectan sus alargadas sombras a la orilla del río, me gusta caminar por el sendero, ver a los niños, este es su sitio de juegos.
Que sensaciones nos trasmiten estos pequeñuelos,
la imagen de sus juegos tiene sabor a ilusión,
a esperanza,
a sueños.
Debe de quedar algo en mi de esa niña,
de esa niña que soñaba,
yo sueño todavía,
sueño con la grandeza de la vida.
y veras la belleza al alcance de tus ojos,
tus oídos se alegraran con las voces de los niños.
Mírala, es feliz.
La niña cantaba y a veces reía,
y entre sonrisa y sonrisa
llamaba la atención de su padre:
¡Papá, papá!, mira que alto llego.
Aquel día el aire era esplendido.
Aquel día fui feliz.
Mas allá del columpio otros niños juegan y si sigues caminando encontraras un naranjo, está cargadito, pero todavía están verdes, y a dos pasos del naranjo hay una alameda, los álamos proyectan sus alargadas sombras a la orilla del río, me gusta caminar por el sendero, ver a los niños, este es su sitio de juegos.
Que sensaciones nos trasmiten estos pequeñuelos,
la imagen de sus juegos tiene sabor a ilusión,
a esperanza,
a sueños.
Debe de quedar algo en mi de esa niña,
de esa niña que soñaba,
yo sueño todavía,
sueño con la grandeza de la vida.
Comentarios
biquiños,