NADA QUE JUGAR

Llega el invierno, se acercan las nubes, preludio de la lluvia que irrumpe más allá de las dunas, donde el grajo descansa y el vencejo revolotea de un lado al otro en busca de la copa de un pino donde guarecerse.
Estampa del invierno, que año a año se repite, y yo vuelvo al mismo sitio una y otra vez a contemplarla.
Me gusta y me entristece, si quieres encontrarme, en un sábado  frió,  aquí estaré, búscame en estas dunas, donde el agua se estanca y todo es soledad cerca de la laguna.
Reflejos incoloros, opacos, deslucidos, pobre espejo de invierno y de tonos marchitos, de quietud, de tristeza, y de juncos sin brillo.


Comentarios

Trini Reina ha dicho que…
Un paisaje que, imagino, ya habrá comenzado a cambiar. Así lo impone la primavera en sus albores.

Saludos
matrioska_verde ha dicho que…
una estampa llena de nostalgia.
biquiños,
Anónimo ha dicho que…
...Pues bien podrían jugar al water-polo...

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