RUELA DE SAE SE PODES

Hace meses escribí una entrada FELICIDAD ¿D0NDE TE ESCONDES?, era una entrada triste, dura, pero hecha con todo mi cariño, pero hoy sigues ahí, más triste y más perdida, el miedo, la inseguridad te han paralizado y esa ruela se ha ido estrechando paso a paso hasta convertirse  casi  en un callejón sin salida. Te acosan los fantasma de la vida,  se insinua convulsa la memoria, navegas sin rumbo y a la deriva, te ahogas en tu pena como si hubiese llegado el momento de  dejarte morir para nacer, envuelves el dolor en la penumbra y en la luz solo vislumbras el  camino a  un infierno conocido y el día a día se convierte en ese monstruo lento y previsible que te acosa y te turba a cada instante, cabalga a la bestia de las sombras, deshazte de su abrazo, corta los hilos del silencio, abre tu corazón, tu  alma, tu yo, ¡SOBREVIVE!
Sonríe, que tu sonrisa rasgará el velo de la noche y dejará que entre la luz de la mañana.
Quién te habla, quien te mira soy yo, un rostro amigo, que ha sufrido y padecido este miedo a la altura de la vida y no quiere volver al mismo punto ni ver que te señalan con el dedo, si volvieras la vista a quién te escribe, quizás podrías dar el paso que no has dado.

Imagínate un monte cuesta arriba y tu abajo, al principio en la ladera, con rocas escarpadas la subida, caminando despacio y con cuidado, el suelo irregular y tu tambaleándote ojerosa y perdida, cada paso que das en esta cuesta te acerca a la quietud que necesitas, descarta la huida y sigue andando, entre un paso que das y el siguiente se acorta la distancia que te queda, es duro caminar entre guijarros, sentir el tropezar en cada piedra, son días de renuncia y soledad, pero tu sabes que hay tiempo y hay lugares, camina despacio, no te rindas, y piensa en cuando serás tú, allá en la cima.

ANIMO, DICEN QUE A LA TERCERA VA LA VENCIDA, NO TE RINDAS DE NUEVO

Sigues ahí,

más triste y más perdida.

Te acosan los fantasma de la vida,

se insinúa convulsa la memoria, 

navegas sin rumbo, a la deriva.

Te ahogas en tu pena 

dejándote morir para nacer, 

envuelves el dolor en la penumbra 

y en la luz solo vislumbras el vacío.

Sonríe,

tu sonrisa rasgará el velo de la noche 

dejará que entre la luz de la mañana.