EN MIS RECUERDOS
Son pocos los recuerdos que tengo de él, de lo que fue, de
lo que le oí contar y me contaron, era el segundo de cuatro hermanos, pero
siempre se sintió el primero, su madre
murió al dar a luz a la más pequeña y su padre se casó de nuevo con una hermana
de su difunta esposa……
……………………………………
Y SE FUE UN
LUNES DE LUNA LLENA, UN 25 DE FEBRERO
Borrón y cuenta nueva, se cierra parte de un ciclo, o al
menos yo quiero cerrarlo, le fallaba la vida, llevaba meses fallándole y lo sabía,
pero la vida es caprichosa, igual que las personas, nos da caramelos, nos hace
carantoñas, un querer y no querer, un saber y no poder, ser y no ser, un dibujo
animado.
Un sofá, una manta, la cabeza posada en la almohada, el
aparato del oxígeno las veinticuatro horas, y con cada movimiento un grito de
dolor, un grito que pide libertad. Sabe que no hay esperanza y quiere irse,
pero cuando está, quiere demostrar que por encima de todo él es el qué gobierna su vida,
su día a día y si le dejasen seguiría gobernando la del resto de los qué
le rodean, de su familia.
De vez en cuando abre los ojos y pregunta, con palabras que no entiendo, con
esa voz incomprensible, ¿qué fas na casa, porqué non fuches hoxe a traballar?.
Está desorientado no se da cuenta que son las ocho de la tarde, a veces pasa
los días como sedado, otros con mucho dolor, a veces las flemas le producen
ahogos.
Pero de vez en cuando recobra la lucidez, y arremete contra
la vida, contra mí, me hace reproches,
se queja, se queja mucho, hace años que dejé de ser la hija dócil y obediente y
eso no me lo perdona.
Le quiero, claro que le quiero, pero a mi manera, no me
salen las palabras, de vez en cuando
pongo mi mano en su frente y le hago una pequeña caricia, me duele verle así,
pero a veces necesito alejarme y no pensar en ese tira y afloja que nos
separa, no me perdona que no haya dejado
mi trabajo para ocuparme de ellos, ya nunca me sonríe y al mirarle asoma a mis
labios una mueca de amargura, el sufre, pero yo también
Mis corazón derramaba
lágrimas de silencios y de nostalgias aunque mis ojos no puedan mostrarlas,
¿qué es lo que me impide que afloren mis
sentimientos?
El día anterior algo me llamó la atención; quizá fuera sólo
la dignidad que transcendía de su figura, aunque la soledad fuera tan patente,
sentía la necesidad de acercarme, de hablar con él. Le di una papilla de cereales con miel para cenar y mientras la tomaba, su
rostro, su mirada, reflejaba toda la tristeza del mundo y me limite a
acariciarle la frente, no pude expresar más, no pude.
Al día siguiente al volver del trabajo, ya se había ido,
hacía escasamente una hora que nos había dejado, se fue apagando poco a poco a
lo largo de la mañana, se fue tranquilo. Una especie de viento húmedo, vacío,
me atravesó el estómago, me acerqué a su lecho y me despedí simplemente con un
beso.
Vete tranquilo
calafate, que tu chalana seguirá a flote, no dejaremos que se
vaya a la deriva.
(Gracias, gracias por
toda una vida)
Comentarios
que te entiendo,
que siento tu tristeza,
que has hecho lo correcto, porque uno no puede vivir la vida que los demás pretenden, sea quien sea, padre, madre, hermano, tío o pariente lejano...
que has estado ahí, a su lado, el tiempo disponible (el trabajo es necesario y hoy en día prioritario)
que quiero pensar que de algún modo él sabía todo eso sólo que su orgullo no le dejaba expresarlo... eso me gusta pensar...
que lo siento, de corazón.
biquiños,
Un abrazo